En el año 1990 perdió la vista, no se quedó ciega del todo, pero el resto visual que tenía no era funcional. Esto le hizo acudir a la ONCE para aprender a sobrellevar las tareas del día a día con su problema (hacer la cama, calentar la leche, etc.), aprender a andar con bastón y a leer y a escribir en braille.
Unos pocos años después de perder la visión, con 14-15 años, empezó a practicar judo. Esto le ayudó a sentirse mejor físicamente, aprender a coordinar, concentrarse e incluso a ser más disciplinada. Además de ayudarle a afrontar su situación.
Como el judo le ayudo muchísimo (se sentía mejor consigo misma practicándolo), empezó a competir. Su logro más significativo fue el de proclamarse campeona de España en el año 2006.
Hoy en día, Alicia y su marido tienen una asociación llamada SAMSARA, además de una niña ciega de Nepal de 7 años apadrinada. Al ver la situación en la que se encuentra ella y muchos otros niños con discapacidad, han decidido crear un proyecto dirigido a mejorar la adquisición del aprendizaje del Braille en dicho lugar.